El potencial de las redes sociales en el ámbito de la salud es innegable. Plataformas como Twitter (ahora X), YouTube, Facebook, Instagram y TikTok han democratizado el acceso a información sobre prevención, tratamientos y hábitos saludables, además de permitir la creación de comunidades de profesionales y pacientes que comparten experiencias, dudas y apoyo emocional.