En octubre de 2015, la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC, en sus siglas en inglés) de la OMS difundió los resultados de su evaluación de la carcinogenicidad (capacidad de causar cáncer) de la carne, dictaminando que la carne procesada es cancerígena para los seres humanos y que la roja es probablemente cancerígena.