Los tratamientos contra el cáncer están pensados, en su mayoría, para eliminar las células que se dividen rápido. Y eso, por lo general, funciona bien con la mayor parte del tumor.

Pero las células madre cancerígenas juegan a otra cosa: muchas de ellas se dividen muy despacio o directamente “hibernan”, lo que las hace casi invisibles a la quimioterapia y la radioterapia.

Mas informacion….