Es crucial no perder los amigos nunca, porque precisamente cuando llegan la madurez y la vejez, las relaciones sociales se vuelven esenciales, y es entonces cuando si no se han trabajado y cuidado, más se van a echar de menos.
Es crucial no perder los amigos nunca, porque precisamente cuando llegan la madurez y la vejez, las relaciones sociales se vuelven esenciales, y es entonces cuando si no se han trabajado y cuidado, más se van a echar de menos.