Te mareas cuando hay conflictos entre tus sentidos. Imagina que estás en una atracción de feria y te da vueltas y te pone boca abajo. Tus ojos ven una cosa, tus músculos sienten otra y tu oído interno percibe algo diferente.
Tu cerebro no puede procesar todas esas señales contradictorias. Por eso te sientes mareado y enfermo.