Por lo general, empieza a aumentar unas horas antes de que una persona se despierte. Sigue aumentando durante el día y llega a su punto máximo al mediodía. La presión arterial suele bajar al final de la tarde y a la noche, por lo que suele ser más baja mientras duermes, lo que se conoce como presión arterial nocturna.
Estos son algunos ejemplos de un patrón irregular de la presión arterial: