Estas “marcas epigenéticas” están influenciadas por el ambiente, pero también por la secuencia de ADN. Eso implica que pueden estar condicionadas por nuestra forma de vida, desde la alimentación hasta el estrés. Existe una corriente que promulga que la epigenética se transmite de padres a hijos, incluso que el medio ambiente que sufrieron las abuelas pueden afectar a las nietas. Otros llegan a sugerir que podemos heredar los traumas de nuestros progenitores.
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¿Nuestras experiencias afectarán a los nietos? Desde el punto de vista de la genética, no